5 MINUTOS CON… Las mujeres emblemáticas

En un mundo desigual y amenazado por la crisis ambiental brillan con luz propia numerosas mujeres que lo han dado todo por cambiar las cosas. Inicialmente ocultas por la sombra de los hombres, muchas mujeres han sabido encontrar su camino para relatar la situación y reconducir el rumbo de muchas otras personas mediante acciones y actitud. Defensoras del medio ambiente, muchas de estas mujeres han sabido ver más allá del problema ambiental para abordar el problema social. Un problema que muchas veces han padecido en sus propias carnes con mayor o menor intensidad. Adentrarse unos minutos en sus biografías es un emocionante placer.

Hay que remontarse a la década de los 60 del pasado siglo para acercarnos a la figura seminal y legendaria de Rachel Carson, auténtica inspiradora de los movimientos ambientalistas que vendrían después. Con su Primavera Silenciosa, uno de los libros más vendidos y citados en el ámbito del medio ambiente y las ciencias naturales, despertó la conciencia ecológica mundial, empezando por un mundo, su mundo, la academia de los Estados Unidos de aquel entonces, dominado por hombres. Un mundo que siempre le sería hostil y que cuestionaría sus observaciones científicas sobre el DDT y otros plaguicidas que acababan enfermando campos y bosques y dejando las primaveras sin el canto de los pájaros. Algo hoy en día aceptado y comprendido, algo que la ha encumbrado por su visionaria denuncia de las amenazas humanas al medio ambiente.

También en la década de 1960, una Jane Goodall de 26 años, viajó desde su Inglaterra natal hasta la actual Tanzania y se aventuró en el casi desconocido mundo de los chimpancés salvajes. Su perseverancia, intuición y empatía, así como su gran capacidad de observación, le llevarían a entender como nadie hasta ese momento, el comportamiento de los chimpancés. Reveló la capacidad de estos animales para emplear herramientas, documentó su estructura social llena de matices y complejidades, y contribuyó por encima de todo a dar visibilidad no solo a estos animales sino a todo el ecosistema de bosque tropical africano donde vivían sus objetos de estudio, a los que siempre adoró. Su esfuerzo continuado durante décadas ha redefinido completamente la relación entre los humanos y los animales.

Wangari Maathai fue una mujer que, a través de su fuerza, creencias y determinación, creó un movimiento ambiental revolucionario llamado «El Cinturón Verde» que desde entonces ha contribuido a la plantación de millones de árboles tanto en su Kenia natal como en otras zonas del continente africano, que se encuentra embarcado ahora en un ambicioso programa internacional de detener con árboles el avance del desierto. Ella no tomó un camino fácil para llegar allí. Arriesgó su propia vida, después de haber sido golpeada y arrestada más de una vez por las autoridades kenianas, pero ni siquiera eso la detuvo. Más tarde, recibió el Premio Nobel de la Paz por sus esfuerzos ambientales.

Vandana Siva es una auténtica bandera del ecofeminismo. Nacida en la India de padre guardabosques y de madre granjera, el amor por la naturaleza estuvo en su vida desde niña. A los 20 años participó en un movimiento para impedir la tala de bosques en el Himalaya, mediante resistencia no violenta, y años más tarde crearía una fundación para impulsar la agricultura ecológica. Su mensaje está cargado de espiritualidad y se basa en el respeto a todos los seres vivientes. Para ella la Tierra está viva, es sagrada y es la conexión entre todos los seres vivos. En su mirada a la sociedad destaca su denuncia de que la naturaleza fue reemplazada por el patriarcado, y las mujeres, parte de la naturaleza, se encuentran subordinadas frente al hombre y a la producción. En los años 90 removió la conciencia del mundo con su informe titulado “La mayoría de los agricultores en la India son mujeres”Berta Cáceres fue asesinada en su casa el 2 de marzo de 2016, con tan solo 44 años. Cinco años después, en julio de 2021, David Castillo, directivo de la empresa hidroeléctrica DESA, fue declarado culpable de ser el autor intelectual del asesinato de Cáceres. Su muerte la elevó a la máxima categoría de compromiso por su gente y por su paisaje. Berta Cáceres luchó durante toda su vida por preservar los parajes naturales de Honduras y por defender los derechos de los indígenas lencas, el pueblo al que ella pertenecía. Nunca dudó en anteponer los derechos humanos a los intereses comerciales y eso resultaría letal.

La lista de mujeres emblemáticas es larga y densa. Está llena de historias, valores, y esfuerzos por hacer llegar mensajes justos por encima de un mundo dominado por hombres que sólo recientemente está comenzando a cambiar.