Estás aqui -> Inicio » La salud de la humanidad » Vídeo » 5 MINUTOS CON… Efecto mariposa y cambio climático

Cambio climático no es sólo calor, sequía, tormentas y eventos extremos. Cambio climático es mucho más que eso. Porque el cambio climático afecta y es afectado por los ecosistemas de la Tierra, y muchas cuestiones operan mediante un efecto dominó o en cascada que amplifica los efectos. Efectos complejos que complican las predicciones y las interpretaciones científicas de lo que está pasando con el cambio climático.

Para ilustrar estos efectos dominó o en cascada nos vamos a centrar en el caso de la madera. Y qué mejor lugar que el Laborsatorio de Tecnología de la Madera en el Escuela de Ingenieros de Montes de Madrd. El cambio climático guarda muchas y estrechas relaciones con la madera. Si la quemamos, liberamos mucho CO2 a la atmósfera ya que más de la mitad de su peso seco es carbono.

Cuando el carbono está retenido en la madera no pasa a la atmósfera y por tanto no contribuye al calentamiento. Por ese motivo no queremos que el carbono almacenado en la madera se ponga en circulación, sino que siga almacenado y guardado en forma de madera cuanto más tiempo mejor. Especialmente en estos momentos en los que aún tenemos pendiente resolver el grave problema de las inmensas emisiones humanas a la atmósfera de gases de efecto invernadero.

Un primer efecto en cascada lo tenemos con los incendios. El cambio climático los está haciendo más frecuentes y más intensos en amplias zonas del planeta. Más incendios significa más liberación de CO2 a la atmósfera, y esta liberación de CO2 genera más calentamiento y condiciones más favorables para nuevos y más intensos incendios. Esto es un proceso que una vez iniciado no tiene mecanismos de regulación, limitación o control. Es un auténtico círculo vicioso, o en el argot de la ciencia, un ciclo de retroalimentación positiva. Un ciclo en el que el aumento de un proceso lleva al aumento de otro, y el aumento de este segundo proceso lleva al aumento del primero en un bucle sin fin.

Pero el asunto de la madera no acaba aquí. No solo la madera viva, la que se encuentra en los árboles, es importante en el balance global del carbono. Hay mucho carbono almacenado en la madera muerta. Pero retirando (y quemando) la madera muerta de los bosques perdemos tres importantes funciones ecológicas de esta madera: disminuimos la fertilidad de los suelos, reducimos la biodiversidad forestal y nos quedamos sin un importante almacén de carbono.

Se calcula que en los bosques de todo el mundo hay unos 73 mil millones de toneladas de carbono almacenado en madera muerta. Un almacén que es muy dinámico, porque, por un lado, todos los años, el bosque aporta nueva madera muerta, mientras que, por otro, la descomposición natural de esta madera elimina una parte de este almacén de carbono. Se calcula que el 15% del carbono contenido en la madera muerta se libera a la atmósfera cada año por descomposición natural. Para que nos hagamos una idea, este 15% del carbono de la madera muerta que se libera anualmente a la atmósfera por descomposición es equivalente, aproximadamente, a todas las emisiones de este gas que genera el ser humano en un año. Así que cualquier cambio en esta parte del ciclo de la madera es muy importante para el cambio climático.

¿Qué está la ciencia descubriendo sobre la madera, el almacén de carbono y el cambio climático? Pues que en la degradación de la madera cada vez están teniendo más importancia las termitas. Y esto está cambiando mucho las cosas. Los descomponedores tradicionales de la madera son los hongos y las bacterias, pero con el cambio climático, las termitas están cobrando un protagonismo inesperado.

El calentamiento global está favoreciendo la actividad y la expansión de las termitas, que cada vez están presentes en más ecosistemas. Estas termitas más activas y más ubicuas degradan cada vez más madera. Al hacerlo aumentan la liberación de carbono a la atmósfera. Mas carbono en la atmósfera trae consigo más calentamiento, lo cual favorece más a las termitas. Mas termitas, más descomposición de madera muerta, más calentamiento y así sucesivamente. Otro efecto en cascada y otro círculo vicioso o ciclo de retroalimentación positiva.

Con el caso de la madera vemos, en primer lugar, la multitud de interacciones y conexiones que hay entre procesos ecológicos y organismos biológicos, y como todo ello se ve afectado por el cambio climático. Pero además gracias al ejemplo de la madera podemos entender los círculos viciosos que aceleran el cambio climático.

Entender mejor qué es y qué implica el cambio climático más allá de una meteorología anómala es imprescindible para que podamos reaccionar de forma acertada y a tiempo. Es imprescindible para que la política y la sociedad hagan frente a lo que es, posiblemente, el mayor desafío de nuestra civilización.

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Fenando Valladares

Aprender y enseñar forman un círculo virtuoso del que obtengo energía y motivación para los proyectos más ambiciosos y disparatados.

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