Salud planetaria en estado puro: al proteger la capa de ozono con el protocolo de Montreal, nos protegimos del cáncer de piel por radiación UV excesiva y protegimos también a las plantas. Plantas más sanas compensaron parte de nuestras emisiones y atenuaron el calentamiento.
Las exitosas medidas del protocolo de Montreal (1987) sirvieron para recuperar la capa de ozono amenazada por compuestos de la familia de los CFCs. Al prohibirlos no solo se protegió la capa de ozono y con ello nuestra salud sino que se atenuó el calentamiento global. Young y colaboradores (2021, Nature 21 agosto) han estimado que la disminución de la radiación ultravioleta que llega a la superficie terrestre ha permitido a las plantas y a los ecosistemas evitar daños y poder almacenar carbono y compensar una parte de nuestras emisiones de gases de efecto invernadero Sin el protocolo, la temperatura a final de siglo sería 2 ºC más cálida por a) una mayor cantidad de gases de efecto invernadero, y b) una menor capacidad de la vegetación de fijar el carbono atmosférico.
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( votes)Aprender y enseñar forman un círculo virtuoso del que obtengo energía y motivación para los proyectos más ambiciosos y disparatados.
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