3 meses apocalípticos que vivimos con sorprendente naturalidad

En solo tres meses hemos vivido tres eventos históricos de impacto y relevancia mundial: los descomunales incendios en Australia, la pandemia del coronavirus y el invierno más cálido desde que tenemos registro (al menos en Europa, pero ciertamente entre los más cálidos en todo el planeta). Los tres tienen en común que nuestra especie los ha impulsado o favorecido. Sin querer, claro. Cada uno de estos eventos por separado ya habría hecho pasar a 2020 a los anales de la historia. Ahora se han dado los tres prácticamente a la vez. Y ya estamos asimilándolos como normales o incluso olvidando (¿quien se acuerda de Australia?). Sin ánimo apocalíptico, pero deberíamos darnos cuenta de que nuestra injerencia letal en los procesos naturales está provocando impactos que crecen exponencialmente en intensidad y frecuencia. Quizá debamos pensar en cambiar de rumbo y no sentirnos orgullosos de normalizar lo excepcional.